El romero. Este arbusto nuestro, tan mediterráneo, que por esta zona crece por todas partes junto al tomillo. Cuando doy un paseo por el campo no puedo evitar ver algunos y coger alguna ramita, me encanta su olor.
Volvemos al saber de los antiguos. Los egipcios ya lo utilizaban en múltiples aplicaciones en la 1ª Dinastía. Los romanos y los griegos lo consideraban una planta sagrada, era símbolo de la eternidad, la vida y la inmortalidad. Amor y muerte. Estaba consagrado a Afrodita la diosa del amor.
Como son casi innumerables sus apreciadas propiedades me limitaré a exponer sus efectos en el cabello:
Promueve la formación de nuevas células. Es desinflamatorio, cicatrizante, astringente y refrestante, estimula los folículos pilosos aumentando el crecimiento capilar, dando brillo y vida al cabello.
Este champú lleva hidrolato y aceite esencial de romero, provitamina B5 y proteínas de seda. Produce una espuma estupenda y deja una sensación de frescor muy agradable, en cuanto a mi pelo que es un poco largo, lo deja muy suave.
Me encanta.
Este fin de semana probamos dos de los jabones sólidos: FABULOSOS LOS DOS... y mis hijas tienen pelo super largo!!
ResponderEliminarLo que tú no sabes, María José, es que mi hija del medio me pidió que dejara de comprar champú de marcas renombradas porque experimentan con animales... estaba yo preguntándome qué haría cuando me saludaste desde tu puesto en el mercado... Muchas gracias :)