sábado, 8 de diciembre de 2012

Jabón de granada

 Unos jabones de granada. 
  La granada, fruto de origen oriental se cree que fue introducida en Europa por los fenicios en las guerras púnicas. En latín se la denomina: PUNICUM GRANATUM. Es reconocida por su gran poder antioxidante.
  Sus activos se utilizan para reafirmar y fortalecer la epidermis y ayuda a combatir las arrugas.
  La cáscara posee efectos estimulantes y revitalizantes sobre la piel activando el metabolismo celular.
  Los granos de llamativo color rojo o rubí contienen polifenoles que son los responsables de dicho color, y tienen un gran poder antioxidante.
  Las semillas son ricas en aceite que contiene ácidos grasos, sobre todo el ácido púnico, que es regenerante de la piel de forma natural, fitosteroles y vitamina E, previene y corrige manchas y destacan sus propiedades antiinflamatorias. Según estudios realizados,  previene algunos tipos de cáncer.
  Es un aceite muy caro, se necesita media tonelada de granadas para obtener 1 litro de aceite de sus semillas.


   Aprovechando las granadas totalmente salvajes de los granados de mi hermana, puesto que no llevan ningún pesticida ni tratamiento alguno, las desgrané y convertí en zumo para elaborar estos jabones, a la vez son un poquito exfoliantes, pues llevan las semillas trituradas.
     Las fotos las he publicado cuando ya he probado los jabones, simplemente me han chiflado, su suavidad, su ligera exfoliación en la piel, su aroma. No puedo decir lo mismo del precioso color que tenía el zumo congelado, pues se han quedado algunos más blancos y otros amarronados, perdiendo el rubí tan precioso que me esperaba, pero bueno esto de los colores es así, lo que importa es el buen jabón final.
Ah, y dicen que protege la piel del frío, pues nada voy a utilizarlo todos los días, soy bastante friolera y siempre tengo la piel áspera y azulada. A cuidarnos toca. 
Lleva aceites de oliva virgen, coco, soja, aguacate, ricino y  mantecas de karité y mango.

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